1. Cubierta: Opta por llantas con una cubierta con un patrón más agresivo y profundo. Esto proporcionará una mejor tracción y evacuación del barro y agua, lo que te permitirá mantener el control en condiciones húmedas.

   

    

2. Llantas tubeless: Considera convertir tus llantas a sistema tubeless. Las llantas tubeless te permiten utilizar una menor presión de aire, lo que mejora el agarre y la comodidad en terrenos húmedos, además de reducir el riesgo de pinchazos.

3. Presión de aire adecuada: Ajusta la presión de aire en tus llantas para obtener un mejor rendimiento en días lluviosos. Una presión ligeramente más baja de lo normal proporcionará una mayor superficie de contacto con el suelo, mejorando la tracción en terrenos resbaladizos.

4. Uso de selladores: Si tienes llantas tubeless, puedes agregar selladores de líquido para evitar pinchazos y mantener tus llantas en óptimas condiciones.

5. Mantenimiento regular: Limpia tus llantas y la banda de rodadura después de cada salida en condiciones húmedas para evitar que se acumule barro y suciedad, lo que podría afectar el rendimiento.

6. Frenos de disco: Si tu bicicleta de montaña tiene frenos de disco, verifica que estén en buen estado y bien ajustados. Los frenos de disco ofrecen una mejor modulación y potencia de frenado en condiciones húmedas.

Considera estos pasos para tener un mejor rendimiento en tus rodadas aún con clima húmedo o lluvioso.

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